Cuando observamos la conducta comprometida de personas que se enfrentan a un problema, interpretamos tales conductas desde nuestro propio marco de expectativas respecto a la conducta social adecuada. Consideramos que el sujeto que se comporta así es un individuo socialmente consciente, que elige conductas desadaptadas.
Como padres, amigos, cónyuges, terapeutas y científicos, nuestros intentos para controlar y reducir dichas conductas problemáticas se basan en modelos psicológicos y conductuales, pero, ¿qué tal si nos equivocamos?, ¿qué tal si las conductas son propiedades emergentes de algunos estados fisiológicos específicos?
A lo que quiero llegar es al concepto de los principios organizadores de los sistemas, no quiero que piensen que los fenómenos psicológicos tienen un sustrato fisiológico; más bien deseo que consideren a los fenómenos psicológicos como propiedades emergentes de los sistemas fisiológicos, entonces, es cuando sus procesos psicológicos pueden alterar a los estados fisiológicos y los estados fisiológicos pueden alterar a los procesos psicológicos, es una interrelación dinámica del sistema, por eso el concepto de sistema se vuelve muy importante. Porges
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