jueves, 12 de enero de 2017

Límites y autocuidado

Cuando establecemos un límite, dejamos de invertir en el resultado. Esto es lo que distingue los límites de los intentos de control. 
Por ejemplo, si es amigo de una persona que está bebiendo y le llama por teléfono o aparece en su casa ebria, usted puede establecer un límite, pero tiene que estar dispuesto a aceptar las consecuencias de los mismos. Puede ser claro y respetuoso diciendo:“Me siento incómodo y desconectado de ti cuando estás bebiendo. Te aprecio, aprecio tu amistad y echo de menos la conexión contigo, pero no quiero que vuelvas a llamarme o venir a mi casa si has estado bebiendo. Tendré que reconsiderar qué hacer, incluso terminar nuestra relación”. En este caso, usted espera que su amiga respete sus límites y esté dispuesta a conseguir ayuda con la bebida pero esa es una elección suya que usted no puede controlar. Usted debe estar dispuesto a mantener en pie lo que dijo que haría y tolerar sus reacciones e incluso arriesgarse a perder su amistad en último caso.Boon y Steele


Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com


Para más información dejo el enlace:




No hay comentarios.:

Publicar un comentario