El trauma surge cuando las respuestas humanas de inmovilidad no se resuelven; es decir, cuando uno no puede hacer la transición de regresar a la vida normal y la reacción de inmovilidad se vuelve crónicamente asociada al miedo y otras emociones negativas intensas como terror, repugnancia o impotencia. Una vez que se establece dicha asociación, las sensaciones físicas de inmovilidad evocan miedo por sí mismas. Un individuo traumatizado ha quedado condicionado a ser temeroso ante sus sensaciones (físicas) internas que ahora generan el miedo que agranda y profundiza (potencia) la parálisis. El miedo engendra parálisis y el miedo ante las sensaciones de parálisis engendra más miedo, fomentando una parálisis aún más profunda. De esa manera una reacción de adaptación normalmente limitada en el tiempo se vuelve crónica e inadaptada, El circuito de retroalimentación se cierra a sí mismo. En esa espiral descendiente nace el vórtice del trauma. Peter Levine
desplegar@hotmail.com
Para más información dejo el enlace:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario