Juntos pero no revueltos
Las personas que buscan la unión con otras porque se sienten acobardadas ante su soledad, no pueden formar matrimonios sólidos. El verdadero amor no sólo respeta la individualidad del otro, sino que tiende a cultivarla, aun corriendo el riesgo de la separación o de la pérdida.La última meta de la vida es siempre el desarrollo espiritual del individuo, su periplo solitario hacia los picos a los que únicamente puede llegar si está solo. M. Scott Peck
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