Muchos terapeutas observan a menudo esa resistencia en sus pacientes y la interpretan erróneamente como prueba de que es imposible conocer lo realmente ocurrido. Y ese mismo paciente acaba no estando seguro de si describe recuerdos o simples fantasías. La lucha interior del niño en favor de la imagen del buen padre o de la buena madre puede llegar a ser tan intensa que no sólo el paciente sino también todos aquellos que lo rodean sean presa de la confusión. […] la idealización de los padres con la ayuda de la fantasía y de la represión, ayuda al niño a sobrevivir. Atribuir algo malo a la persona a la que se ama y a la que se tiene por modelo iría, pues, en contra de la natural autodefensa y de las leyes de la vida. De esto se deduce que el niño jamás se inventa traumas. Al contrario: para poder sobrevivir, debe hacer soportable el dolor con ayuda de la fantasía. Alice Miller
Facebook: Sebastián Segui (Psicología)
desplegar@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario