Sólo aquel que sea capaz de soltar lo que ha alcanzado, verá que ante él se abren continuamente posibilidades.
Simplemente está ahí, como por milagro. Basta con abandonarse a ella con confianza. El hombre volverá a vivir esa experiencia de dicha y de asombro cautivante, siempre que al sentirse impotente ante una situación comprometida, le venga de repente, y sin saber por qué, un sentimiento de poderío interior, sentimiento que se hace presente si tiene el coraje de “soltar” esa tensión que le crispa la parte alta del cuerpo y que caracteriza a un Yo inquieto, al acecho siempre de seguridad, conocedor sólo del poder de la voluntad.(hay una fuerza que nos impulsa a desarrollarnos, para mí la resiliensia es innata todos tenemos ese potencial) K.G. Durckheim
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