, por lo general, se asemeja a la proverbial manzana roja brillante con un gusano adentro; parece hermosa, hasta que uno da un mordisco y descubre al gusano. El resto de la manzana puede que esté bien, pero un ya ha perdido el apetito.
Básicamente, Becky no tenía ninguna conexión emocional con su mamá; su madre no lo podía permitir. Su madre era un “humano que hace” (en oposición a un humano que es). Luego de más de un año de terapia, Becky describió a su mamá de la siguiente manera: “mamá se pasaba todo el tiempo tratándose de ganar esa alas de mierda [refiriéndose a las creencias religiosas muy fuertes de su madre, especialmente en los últimos años]. De lo único de que se trataba era de cómo era vista por los otros. Nos recuerdo a todos nosotros vestidos impecablemente y haciendo fila para ir a la iglesia. La familia del coronel, nosotros ocho, siempre sentados en el mismo banco de iglesia. Aunque nos estuviéramos muriendo. S Donaldson-Pressman, R M. Pressman
Facebook: Sebastián Segui (Psicología)
desplegar@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario