jueves, 17 de diciembre de 2015

La caricia una necesidad humana

En pocas palabras, es posible que se haya producido un desarrollo evolutivo desde el lamer, pasando por el acicalamiento con los dientes (practicado por los lémures) y con los dedos, hasta las caricias, como en el chimpancé, el gorila y el Homo sapiens; por consiguiente, para la cría de la especie humana, la caricia es una forma de experiencia tan importante como lo es el hecho de lamer para otras crías de mamífero.
Por tanto, concluimos que el estudio de las conductas del mamífero, el mono, el simio y el humano muestra con claridad que el tacto es una necesidad conductual básica, como respirar es una necesidad física básica; que el lactante dependiente está concebido para crecer y desarrollarse socialmente a través del contacto, la conducta táctil, y para mantener contacto con otros a lo largo de su vida. Es más, si la necesidad táctil no se satisface, da como resultado una conducta anormal. Ashley Montagu


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