martes, 22 de diciembre de 2015

¿Cómo somos inherentemente los humanos?

Una vasta inteligencia, disfrutar plenamente de la vida, tener relaciones afectuosas y cooperativas con los demás, tales parecen constituir la ¨naturaleza¨ humana esencial.
Todo el resto del comportamiento y sentir humano, aparte de estas tres características innatas y sus resultados, es adquirido, no es inherente, y es resultado de que algo ha funcionado mal.
Todos los errores recurrentes, todos los fracasos en el buen manejo de nuestra situación ambiental, todos los sentimientos terribles que acosan a los adultos casi todo el tiempo, todas las tristes relaciones comunes entre los miembros de nuestra sociedad, todas se originan en la misma y única raíz.
Algo nos lastima. Simplemente eso, algo nos lastima.
Muy temprano en la vida por primera vez, y repetidamente después, nos encontramos con experiencias angustiosas.
Cuando nos encontramos con la angustia, ya sea de tipo físico (dolor, enfermedad, desmayo, anestesia, sedantes, incomodidad aguda, etc.), o de tipo emocional (la pérdida de alguien querido, miedo, frustración, ridículo, aburrimiento, etc.) un efecto peculiar tiene lugar.
Durante la lastimadura, física o emocional, nuestra inteligencia humana flexible deja de funcionar.
La habilidad esencial de nuestra humanidad, nuestra habilidad de poder ver exactamente las cosas como son y de poder crear respuestas exactas y nuevas para enfrentar toda nueva situación se torna lenta o inoperante. HARVEY JACKINS


Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


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