martes, 1 de diciembre de 2015

La lengua que daña

¿Recuerda haber oído decir alguna vez que «más hiere la lengua que la espada»? Pues es verdad. Los epítetos insultantes, los comentarios que humillan, las críticas malévolas pueden transmitir a los niños mensajes sumamente negativos respecto de sí mismos; mensajes que pueden tener efectos dramáticos sobre su bienestar futuro. Alguien que llamó a mi programa de radio manifestó: Si yo tuviera que elegir entre el maltrato verbal y el físico, preferiría siempre una paliza. Como se pueden ver las marcas, por lo menos la gente se compadece de ti. Pero con la agresión verbal, simplemente enloqueces. Las heridas son invisibles, así que a nadie le importan. Las heridas en la carne cicatrizan muchísimo antes que los insultos. SUSAN FORWARD



Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com



No hay comentarios.:

Publicar un comentario