martes, 27 de septiembre de 2016

Los muertos vivos...

Rabia/contraataque es una de las consecuencias de la inmovilidad repetitiva inducida por el miedo; la otra es la muerte. La muerte puede ocurrir, por ejemplo, cuando el gato insiste en volver a capturar el ratón (se imaginan lo que ocurre en el cerebro de un niño repetidas veces traumatizado por sus figuras de apego???), repitiendo el ciclo muchas veces. El gato sacude a su presa hasta que el ratón pasa finalmente a la inmovilidad tan profundamente que muere, a pesar de no estar lastimado. Si bien sólo pocos humanos mueren realmente por miedo, los individuos crónicamente traumatizados pasan por los movimientos de vivir sin sentirse realmente vitales ni conectados con la vida. Ese tipo de individuos están vacíos hasta la esencia de su ser. "Camino" dijo una sobreviviente de una violación por una pandilla, "pero ya no soy la misma...estoy vacía y fría...también podría estar muerta,", me dijo en una primera sesión.
La inmovilidad crónica causa la esencia de los síntomas emocionales del trauma: entumecimiento, desconexión, sensación de estar atrapado, impotencia, depresión, miedo, terror, rabia y desesperanza. La persona sigue temerosa, incapaz de imaginarse a salvo de un enemigo (interno) que nunca se acaba e incapaz de volverse a conectar con la vida. Los sobrevivientes de traumas severos y prolongados (crónicos) describen sus vidas como la de una persona "muerta en vida" Peter Levine

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