lunes, 21 de marzo de 2016

Todo lo que creemos tiende a llevarse a actos.

Aunque es incuestionable que un niño puede ser dañado por las humillaciones provenientes de amigos, maestros, hermanos y otros miembros de la familia, a quienes más vulnerables son los niños es a sus padres.. Después de todo, para un niño pequeño los padres constituyen el centro del universo. Y si esos padres que todo lo saben piensan mal de uno, su razón deben de tener. 
Si Mamá te está diciendo siempre que eres un estúpido, pues eres un estúpido. Y si Papá te repite continuamente que eres una inútil, eres una inútil. Un niño no tiene un punto de vista propio que le permita dudar de semejantes evaluaciones.
Cuando uno acepta estas opiniones negativas de aquellas otras personas y las asimila en su inconsciente, este. «Interiorizándolas». La interiorización de opiniones negativas -la conversión de «eres» en «soy»- se constituye en el cimiento de una autoestima menoscabada. Además de significar una lesión grave para nuestro sentimiento de ser personas competentes, valiosas y dignas de amor, los agravios verbales pueden crear en nosotros expectativas negativas referentes a cómo nos puede ir en el mundo, y expectativas así funcionan como profecías que se autorrealizan. SUSAN FORWARD





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