Esta actitud impulsa al hijo a hacer cualquier cosa que ellos quieran, para recuperar su favor.
Esta técnica de «divide y venceréis, se desencadena con frecuencia contra los hijos que se independizan demasiado, y amenazan así con romper el equilibrio del sistema familiar.
Consciente o inconscientemente, estos padres manipular, una rivalidad, por demás normal, entre los herma Muchos de «estos», hasta convertirla en una pugna cruel que impide el desarrollo de vínculos fraternales sanos. Los efectos tienen largo alcance. Además del daño evidente que causa a la imagen que el hijo tiene de sí mismo, las comparaciones negativas crean entre los hermanos celos y resentimientos que pueden teñir su relación para toda la vida. SUSAN FORWARD
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