viernes, 22 de mayo de 2015

¿Cómo alguien puede llegar a sentir que una paliza no justifica irse de aquel lugar?.

Ser víctima de malos tratos físicos y verte forzado a no oponer resistencia es una forma de abuso particularmente perjudicial, ya que elimina la reacción instintiva de proteger la propia identidad de los recursos de la víctima. Para aniquilar ese instinto natural y primario, una persona primero debe acabar por creer que no es merecedora de ninguna protección. Ser golpeado por un ¨ser querido¨ crea un conflicto entre dos instintos que no tendrían por qué enfrentarse: el instinto a permanecer en un entorno seguro (la familia) y el instinto a huir de un entorno peligroso.
Como en un balancín de opciones (sube y baja), el instinto a permanecer (quedarse en el caso de un adulto, en el caso de un niño idealizar a los padres, creer que es malo, feo, tonto) prevalece anta la ausencia de opciones concretas en el otro lado. Que este balancín desequilibrado se levante del suelo requiere más energía de la que tienen muchas víctimas.

Gavin de Becker .






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