Cuando era niño sobrevivió a la pesadilla, sin ser capaz de nombrarla. Ahora , como adulto, tiene la oportunidad de superarla, experimentando la rabia e indignándose por la crueldad sufrida. Está bien que se comporte así, pues todo cuanto sentimos en forma consciente y somos capaces de articular con palabras no necesitará expresarse a través de síntomas físicos. Alice Miller
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