Glenn perturbó el equilibrio de su familia diciendo la verdad.
He aquí cómo lo explica: Un día, cuando tendría unos veinte años, decidí que iba a confrontar a mi padre con su problema de la bebida.
Me aterrorizaba hacerlo, pero sabía que algo andaba mal y decidí decirle que no me gustaba su manera de actuar cuando estaba bebido, y que no quería que siguiera así. Lo que sucedió fue asombroso. Mi madre saltó en defensa de él, haciéndome sentir culpable por el solo hecho de haberlo planteado. Mi padre lo negó todo. Busqué apoyo en mis hermanas, pero ellas sólo trataban de poner paz. Me sentí horriblemente, como si hubiera hecho algo espantoso. La verdad es que había destapado la olla, diciendo que mi padre era alcohólico, pero lo único que conseguí fue sentir que el solo hecho de intentarlo había sido una locura.
Cuando le pregunté si su intento de sacar a luz la verdad había tenido algún efecto perdurable sobre las interacciones familiares, Glenn me respondió:
Fue sorprendente. Me convertí en un leproso, con quien nadie quería hablar.
Era como si se preguntaran quién era yo para hacer acusaciones. Me trataban como si no existiera. Yo no podía seguir soportando que mi familia no me hiciera caso, así que no volví a hablar de la bebida en veinte años más..., hasta ahora. SUSAN FORWARD
Me aterrorizaba hacerlo, pero sabía que algo andaba mal y decidí decirle que no me gustaba su manera de actuar cuando estaba bebido, y que no quería que siguiera así. Lo que sucedió fue asombroso. Mi madre saltó en defensa de él, haciéndome sentir culpable por el solo hecho de haberlo planteado. Mi padre lo negó todo. Busqué apoyo en mis hermanas, pero ellas sólo trataban de poner paz. Me sentí horriblemente, como si hubiera hecho algo espantoso. La verdad es que había destapado la olla, diciendo que mi padre era alcohólico, pero lo único que conseguí fue sentir que el solo hecho de intentarlo había sido una locura.
Cuando le pregunté si su intento de sacar a luz la verdad había tenido algún efecto perdurable sobre las interacciones familiares, Glenn me respondió:
Fue sorprendente. Me convertí en un leproso, con quien nadie quería hablar.
Era como si se preguntaran quién era yo para hacer acusaciones. Me trataban como si no existiera. Yo no podía seguir soportando que mi familia no me hiciera caso, así que no volví a hablar de la bebida en veinte años más..., hasta ahora. SUSAN FORWARD
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