En nuestra civilización, sin embargo, la fuente dominante de estas lastimaduras pequeñas es, precisamente, la existencia de patrones de angustia en los adultos que nos rodean.
Un bebé se altera cuando un adulto se comporta de manera irracional y, más aun, cuando dicha irracionalidad consiste en—o es acompañada por—enojo, reproche, desvalorización, ridículo, aislamiento o violencia, como sucede usualmente; entonces, la lastimadura se hace más severa. Harvey Jackins
Facebook: Sebastián Segui (Psicología)
desplegar@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario