Significa que no hay un productor que produzca algo, todo es lo que es y surge espontáneamente de la base, como una manifestación perfecta de vacío y claridad. Un cristal no genera luz; su función natural es simplemente irradiarla. El espejo no selecciona la cara que va a reflejar; su naturaleza es reflejarlo todo. Somos libres cuando entendemos que todo lo que surge, incluido nuestro sentido convencional del yo, es tan sólo una proyección de la mente. Sin este entendimiento, es como si confundiéramos un espejismo con la realidad, como si pensáramos que el eco de nuestra propia voz fuera un sonido ajeno a nosotros. El sentido de separación es fuerte, y por ello quedamos atrapados en el dualismo ilusorio.TENZIN WANGYAL RÍNPOCHE
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