lunes, 31 de agosto de 2015

Vivir el ahora

Queremos pasar página y vivir en paz. Todos querríamos esto y sería muy bonito que funcionase. Pero no funciona así. Nunca lo hará. ¿Por qué? Porque la rabia, como todas las emociones, no se deja dictar ni manipular, es ella la que nos dicta a nosotros, nos obliga a sentirla y a comprender sus causas. […] Podemos, no obstante, tratar de reprimir nuestra ira, pero las consecuencias serán enfermedades, adicciones o crímenes. [..] La infancia no es sólo una etapa de la vida, es la base de toda nuestra vida, uno no puede «librarse» de ella, pero sí puede integrarla, ser consciente de cómo transcurrió. En mi opinión es necesario hacerlo para evitar más enfermedades y sufrimientos. Alice Miller



Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com


viernes, 28 de agosto de 2015

Hacia dónde voy?

Al principio usted se apura para avanzar, se apura para regresar y se apura para detenerse. Usted continúa así con la práctica hasta que llega a un punto donde parece que no se trata de avanzar, ni de regresar, ¡ni tampoco de detenerse! Se terminó. No hay un detenerse, ni un ir hacia delante, ni un volver atrás. Se terminó. En ese momento usted se dará cuenta de que allí, en realidad, no hay nada de nada.No Ajahn Chah


Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com


jueves, 27 de agosto de 2015

La búsqueda de la verdad

La verdad o la realidad se evita cuando resulta dolorosa. Podemos revisar y corregir nuestro mapa sólo cuando tenemos la disciplina para superar ese dolor. Pero para adquirir semejante disciplina es necesario que nos entreguemos enteramente a la verdad. Es decir, siempre debemos considerar que la verdad (determinada de la mejor manera posible) es más importante, más vital para nuestro interés que nuestro bienestar. Y a la inversa, siempre debemos considerar nuestra desazón personal relativamente poco importante e, incluso, acogerla de buen grado para ponerla al servicio de la búsqueda de la verdad. La salud mental es un proceso continuo de dedicación a la realidad a toda costa. ¿Qué significa una vida de total consagración a la verdad? Significa ante todo una vida de continuo y riguroso autoanálisis. Conocemos el mundo sólo a través de nuestra relación con él.
Por eso, para conocer el mundo debemos analizar no sólo éste sino también al analista.
Una vida de total dedicación a la verdad significa también una vida en la cual el individuo esté dispuesto a aceptar que le pidan cuentas. La única manera de estar seguros de que nuestro
mapa de la realidad es válido consiste en exponerlo a la crítica y al cuestionamiento de otros cartógrafos. Otra característica de la naturaleza humana —acaso la que nos hace más humanos— es nuestra capacidad para hacer cosas innaturales, para trascender y, por lo tanto, para transformar nuestra propia naturaleza. M. Scott Peck




Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com




miércoles, 26 de agosto de 2015

Las etiquetas destructivas

( Sos una porquería, no servís para nada,gorda/o ,como te gusta comer, no haces nada bien, siempre lo mismo con vos,sos una puta, sos un boludo, no se para que te tuvimos, todo es tu culpa,no haces una bien, ya no sabemos que hacer con vos, sos un desastre,salí de acá, con todo lo que hacemos por vos,me desvivo por vos y me haces esto, siempre lo mismo con vos,todo mal, siempre haciendo cagadas vos, sos mi cruz, por qué me haces esto a mí, no te importa todo lo que sufrimos?.....entre otras.) 

Erradicar [el introyecto] en forma deliberada requiere de reflexión y esfuerzo (observación) . Debe identificarlo como algo externo a usted mismo (la separación de la parte internalizada es lenta, abrir un espacio entre, eso permite movernos y cambiar) Mientras lo vemos como nuestro, estamos en desventaja(en realidad los yoes son siempre partes nunca la totalidad por suerte!). Si lo vemos como un no-ser, una identificación que nos conduce a adoptar papeles, sentimientos y comportamientos inaceptables, entonces podremos trabajar con él (el modelo implica cuestionar lo aprendido no aceptar aquello que no nos hace bien ) Pero etiquetarlo de no-ser es difícil, ya que inconscientemente vemos al introyecto como un aspecto de nuestro padre/madre narcisista. ¿Qué hacer cuando la lealtad hacia nuestros padres se opone a la lealtad hacia nosotros mismos? (conformar una lealtad férrea con nosotros mismos!) Nos han enseñado a no ponernos nunca en primer lugar. El padre narcisista nos llamaba egoístas si lo hacíamos. 
A veces vemos al introyecto como una parte de nosotros mismos (aparece la desesperanza y la depresión), y otras no (aparece la fuerza y la confianza) […] La batalla puede durar toda una vida, pero eso no es necesario (la lucha puede ser transformada en auto observación, profundidad, compasión hacia nosotros ). […] 
El introyecto es despiadado. En muchas ocasiones, usted tendrá que luchar contra su fuerza (aquí luchar significa no creerle, cuestionarlo, separarse de esa parte, acordarse que esa parte se transforma en un parásito, su poder se basa en la no separación y en la creencia o identificación de la parte con el ser,de esa manera nos quita energía, se arma el circuito no puedo, no voy a poder), la cual desea oprimir el ser. El introyecto se activará y volverá a bajarlo de un golpe. Esta posición que usted se verá asignada es lo que el padre narcisista desea. […] E. Golomb

Entre () es agregado

martes, 25 de agosto de 2015

Ser humanos imperfectos

Hasta que usted no esté dispuesto a aceptar sus identidades más ¨débiles e inútiles¨, no será verdadera ni completamente fuerte. Una parte de su energía se dedicará a rechazar la otra parte de usted mismo. Se requiere mucho tiempo, energía y fuerza para mantener esta guerra interna. Con todo lo paradójico que parezca, su fuerza sólo surgirá aceptando su debilidad. JOHN BRADSHAW
Gloria a Dios por las cosas salpicadas de color,
Por los cielos de dos colores como una vaca con manchas;
Por los lunares rosas que vetean las truchas;
Por el carbón que crepita; por las alas del gorrión;
Todo es inconstante, moteado (¿alguien sabe la razón?) GERARD MANLEY HOPKlNS


Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com


La vergüenza recurrente.

Cuando tenía cerca de dos años [..] aprendí a contenerme excesivamente. Ahogué mi sentido de autonomía transformándome en un niñito obediente. Fui el "pequeño ¨ayudante" de mamá y el "niño bueno" de la abuela. Me volví sobre adaptado. Mi niño maravilloso se escondió. Cuando trataba de ser desordenado, de reír estrepitosamente, de expresar mi ira, me sentía 
avergonzado. El control de mis esfínteres debió de ser una pesadilla. Durante años, he temido ir a un baño en donde alguien pueda enterarse de lo que estoy haciendo. Cuando era niño, pedía a los miembros de mi familia que no entraran en el baño conmigo, y me encerraba. Ésta no es una actitud instintiva normal. Siempre hacía correr el agua en el inodoro para que nadie me oyera orinar. Para vaciar el intestino, hubiera deseado contratar una banda de música. Pensaba que mi cuerpo era malo, o cuando menos sucio. Mi tradición religiosa veía la vida humana como un valle de lágrimas. JOHN BRADSHAW


Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com


lunes, 24 de agosto de 2015

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a sanar?

Una vez que los padres hayan reconocido el daño causado se superarán muchos de los obstáculos que antes parecían insalvables lo que equivale a un proceso de curación espontánea. Es cierto que este mérito se espera de los terapeutas, pero ellos no podrán conseguir tales objetivos sin la ayuda de los padres. Muchas cosas cambian cuando los padres se dirigen al niño mostrando empatía por sus sentimientos y admiten sus errores con honestidad sin decir: «Tú nos forzaste a ello con tu comportamiento». El niño tendrá entonces modelos de comportamiento con los que orientarse; no se intenta eludir la realidad, no se trata de «reparar» al niño para que sea más del gusto de los padres, sino que se la ha mostrado que la verdad se puede mostrar con palabras y tiene un evidente poder de curación. Y, sobre todo, el niño ya no necesita sentirse culpable de los errores de los padres si éstos han admitido su culpa. Un gran número de las depresiones que padecen los adultos provienen, precisamente, de estos sentimientos de culpa.[... ]
El mejor momento para plantear una conversación con los propios hijos sobre las heridas provocadas sería probablemente entre los cuatro y los doce años, es decir, antes de la pubertad. Pasada la adolescencia, el interés por estos hechos probablemente disminuirá. Alcanzada la edad adulta, quizá se haya cimentado ya la defensa contra el recuerdo del daño sufrido en los primeros años de vida, puesto que ven cómo se acerca la posibilidad de tener pronto sus propios hijos y de experimentar ellos mismos, como padres, el papel del fuerte, olvidando para siempre su impotencia.[...] Alice Miller



Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com




viernes, 21 de agosto de 2015

El trabajo con el espacio vacío en psicoterapia

Una vez que usted entiende el no-ser, el agobio de la carga de la vida se va. Estará en paz con el mundo. Cuando vemos más allá del "yo" no nos aferramos más a la felicidad,y por eso podemos ser verdaderamente felices. Aprender a dejar ir sin luchar, sencillamente dejando ir, ser precisamente como es usted – sin aferrarse, sin apegarse,libre. No Ajahn Chah



Facebook: Sebastián Segui (Psicología)


desplegar@hotmail.com

jueves, 20 de agosto de 2015

Psicoterapia

La psicoterapia consiste, entre otras cosas,en un proceso de revisión de mapas. Los pacientes recurren a la terapia porque su mapa evidentemente no le da buenos resultados. M. Scott Peck



Facebook: Sebastián Segui (Psicología)



desplegar@hotmail.com


miércoles, 19 de agosto de 2015

Herida en el modelo masculino...

El niño herido que subyace en nosotros es causa importante de una conducta adictiva. Yo me convertí en alcohólico desde muy joven. Mi padre, también alcohólico, me abandonó física y emocionalmente cuando yo era un niño. Sentía que yo no valía nada, porque él nunca estuvo presente y yo no tuve un modelo de conducta para seguir; nunca me vinculé con él, nunca experimenté lo que era ser amado y apreciado por un hombre. 
Por lo tanto, nunca me amé a mí mismo verdaderamente como hombre.
En mi adolescencia me relacionaba con otros muchachos que no tenían padre. Tomábamos bebidas alcohólicas y nos divertíamos con prostitutas para demostrar nuestra hombría. De los quince a los treinta años, bebí y también consumí drogas. En 1965 dejé de tomar y de consumir drogas. No obstante, conservé mi conducta
adictiva. Fumaba, trabajaba y comía compulsivamente. JOHN BRADSHAW



Facebook: Sebastián Segui (Psicología)



desplegar@hotmail.com



martes, 18 de agosto de 2015

El veneno de la idealización.

Es el caso, por ejemplo, de una madre profundamente insegura en el plano emocional, que, para mantener su equilibrio sentimental, dependía de un comportamiento determinado o de cierta manera de ser de su hijo. Esta inseguridad podía muy bien quedar oculta, de cara al niño y a todo el entorno, tras una fachada de dureza, autoritarismo e, incluso, totalitarismo. A esto se añadía una asombrosa capacidad del niño para captar y responder con intuición, o sea, también en forma inconsciente, a esta necesidad de la madre o de ambos padres, es decir, para asumir la función que inconscientemente se le encomendaba. De este modo el niño se aseguraba el «amor» de los padres. Sentía que lo necesitaban, y eso daba justificación existencial a su vida. Alice Miller





Facebook: Sebastián Segui (Psicología)



desplegar@hotmail.com

viernes, 14 de agosto de 2015

jueves, 13 de agosto de 2015

La Humanidad huye del dolor.....


Mientras más temprano ocurre la: represión, más destructivas son las emociones reprimidas. Estas emociones que no han sido expresadas son lo que yo denomino dolor original". El rescatado dolor original pretende re experimentar estos traumas iniciales y expresar las emociones reprimidas. Una vez que esto se logra, la persona ya no tiene que actuar ni interior ni exteriormente las emociones reprimidas. JOHN BRADSHAW






Facebook: Sebastián Segui (Psicología)



desplegar@hotmail.com

miércoles, 12 de agosto de 2015