Reproducir en nosotros mismos los abusos sufridos en el pasado se denomina "representación interior". Nos castigamos a nosotros mismos en la forma en que nos reprimían en la infancia. Conozca a un hombre que se castiga a sí mismo siempre que comete un error. Se hace reproches tales como: "Idiota, cómo puedes ser tan torpe". En varias ocasiones lo he visto golpearse en la cara con el puño (su madre lo golpeaba en el rostro con el puño, cuando él era niño).
La emoción que no se liberó en el pasado a menudo se vuelve contra uno. 'Por ejemplo, a Joe nunca le permitieron expresar su ira cuando era niño. Sentía mucha rabia contra su madre porque ésta nunca le permitía hacer nada solo. Cuando empezaba a hacer algo, llegaba ella y le decía alguna frase como: "Mamá necesita ayudar a su pequeño perezoso", o "Lo estás haciendo bien, pero mamá te ayudará". Joe relató que, aun siendo adulto, ella hacía cosas por él. Joe aprendió a ser obediente y desde pequeño supo que expresar la ira era pecado. De este modo, encauzo hacia su interior toda la rabia que generaba. El resultado fue que se sentía deprimido, apático, Inepto e Incapaz de realizar las metas de su Vida.
La energía emocional que no fluye hacia el ex tenor puede causar graves problemas físicos incluyendo desórdenes intestinales, dolores de cabeza, dolor de espalda y de cuello, severa tensión muscular, artritis, asma, ataques cardíacos y cáncer. Ser propenso a los accidentes es otra forma de
representación interior. Uno se inflige castigo a sí mismo mediante los
accidentes. JOHN BRADSHAW
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