jueves, 31 de marzo de 2016

Independencia de los hijos

En las familias (nutricias), la transición (independencia) se produce poco después de la adolescencia, pero en las familias con problemas está saludable separación se demora durante años... o toda la vida. Sólo puede producirse después de que el hijo ha logrado concretar los cambios que le permitirán hacerse dueño de su propia vida. SUSAN FORWARD



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miércoles, 30 de marzo de 2016

Sentir ira

El equilibrio es lo que nos da flexibilidad. En todas las esferas de actividad se necesita una extraordinaria flexibilidad si uno desea alcanzar el éxito. Para considerar sólo un ejemplo,
tengamos en cuenta la cuestión de la ira y su expresión. La ira es una emoción engendrada en nosotros (y en organismos menos evolucionados) por incontables generaciones a fin de favorecer nuestra supervivencia. Experimentamos ira o cólera cuando comprobamos que otro organismo intenta invadir nuestro territorio geográfico o psicológico o cuando trata de someternos de una manera u otra. Esta emoción nos lleva a devolver el golpe. Sin nuestra cólera, estaríamos retrocediendo continuamente hasta ser aplastados y exterminados. Sólo con el enfado podemos sobrevivir. Sin embargo, muy a menudo tenemos la impresión inicial de que otros se están entrometiendo en nuestras cosas, pero después de un examen más atento nos damos cuenta de que ésa no era la intención que tenían.
También puede darse el caso de que, al advertir que alguien está invadiendo nuestro terreno, nos demos cuenta de que, por una razón u otra, no nos conviene responder con ira.
En general, cuanto más afectados por la ansiedad, la culpabilidad y la inseguridad, más difícil resulta esta tarea. Por ejemplo, trabajé con una mujer esquizofrénica de treinta y dos años para quien fue una verdadera revelación enterarse de que hay algunos hombres a los que no debería dejar pasar de la puerta de la calle, otros a los que podía hacer entrar en el salón pero no en su dormitorio, y, finalmente, algunos a los que podía introducir en su dormitorio. Antes, la paciente se había comportado según un sistema de respuesta por el cual o bien dejaba entrar a todo el mundo en su dormitorio, o bien (cuando esta respuesta no parecía dar resultado) no les permitía pasar de la puerta de la calle. De esta manera fluctuaba entre una promiscuidad degradante y un árido aislamiento. M. Scott Peck




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martes, 29 de marzo de 2016

No es necesario atacar para fijar límites!

Cuando estábamos pequeños y nos pusieron límites, por lo general esperaban hasta que estaban enojados para hacerlo. A menudo junto con el límite recibíamos un ataque.
Para alguno de nosotros fue una paliza (nalgadas, golpes, pellizcos, cachetada, tirón de pelo, etc) Para otros era un abuso verbal (apodos, regaños, humillaciones) A algunos se nos aislaba, se nos alejaba de las personas que amábamos y de las cuales dependíamos. No era que nuestros padres quisieran causarnos daños (en una minoría de casos existe crueldad reiterada y verdadera falta de empatía) cuando fijaban límites. Por lo general estaban haciendo lo que pensaban que era lo mejor para nosotros (cuando no cuestionamos los modelos aprendidos del pasado repetimos el mismo patrón) Otras veces, en sus ratos difíciles, nos hicieron lo que le habían hecho a ellos. Si ellos hubiesen tenido más apoyo y más información tal vez habrían sido más bondadosos con nosotros. Pero todavía no ha habido una generación de padres que haya recibido el apoyo necesario y la información para no cometer los errores que sus padres cometieron. Patty Wipfler

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lunes, 28 de marzo de 2016

Ejercer la crueldad, el peligro de la homeostasis....

Todos nacemos sin malas intenciones y con una necesidad fuerte, clara y sin ambivalencias de conservar nuestra vida, de poder amar y ser amados. […] Pero un niño que ha experimentado la violencia, el desprecio y los abusos no puede defenderse. Todas las vías que la naturaleza ofrece para proteger la integridad humana le están vedadas, pues podría morir si protestase. Por otra parte, el organismo incompleto, que no ha finalizado todavía su desarrollo, no es capaz de soportar estos sentimientos tan dolorosos. Por lo que el niño debe reprimir, en la mayoría de los casos, los recuerdos del trauma, y siempre los sentimientos indeseados, particularmente intensos, que en general aparecen como consecuencia del trauma: la rabia asesina, los deseos de venganza y la sensación de estar amenazado por todo el mundo, pues para un niño que no cuenta con un «testigo cómplice» los padres constituyen todo su mundo. Resulta evidente que en el inconsciente de este niño se desarrolle y asiente el deseo de destruir este mundo para al final poder vivir.
Como han reprimido todos esos sentimientos, jamás experimentados de forma consciente, como nunca pudieron articular adecuadamente su necesidad de atención, verdad y amor, muchos de estos niños, heridos por su trauma, escogen el camino de la liberación simbólica, desarrollando, por ejemplo, formas de perversión y criminalidad aceptadas por la sociedad. La fabricación y el comercio de armamento o también la guerra son escenarios ideales para dar rienda suelta a esa rabia asesina reprimida que nunca se ha experimentado de forma consciente, pero que ha permanecido almacenada en el organismo. Sin embargo, esa rabia se descargará entonces sobre las personas que no la han causado, mientras que los verdaderos causantes -idealizados por el individuo que niega sus acciones- serán protegidos. Alice Miller





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miércoles, 23 de marzo de 2016

Desarrollar la propia percepción


[...] Imagine ser criado en una habitación cuyas paredes están torcidas. En lugar de ser rectangulares, tienen forma de trapecio, y cambian continuamente de forma, aunque sea levemente. La única ventana es una hendidura ubicada muy alto y con un vidrio que deforma la visión. Todo lo que uno vea a través de esa ventana parece difuso e indistinto. Esto es lo que sucede con la percepción de la realidad cuando uno vive con padres narcisistas. Los padres narcisistas no sólo ven las cosas diferentes de la realidad, [...] sino que además insisten en que uno las vea como ellos. Insisten porque cada diferencia en la percepción de sus hijos es vivida como un ataque personal.
Destruyen metódicamente los intentos de sus hijos por desarrollar otra percepción propia." "... debemos exponer nuestras heridas al Sol. Para los hijos de familias narcisistas es muy difícil abrirse, ya que temen verse expuestos a críticas e imaginan que el enemigo está cerca. Si estamos solos, el enemigo lucha dentro de nuestra mente y ve nuestra vulnerabilidad, producto de las heridas. Dejamos que las heridas permanezcan en la oscuridad, sin curarlas y cubriéndolas detrás de lienzos psicológicos. E Golomb





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martes, 22 de marzo de 2016

Sentir sin cuestionar lo que sentimos

Mi experiencia me ha demostrado que mi indignación auténtica ante lo que mis clientes me confesaban sobre su infancia ha constituido un importante vehículo durante la terapia. […] Normalmente esto tenía un efecto intenso, como si se dinamitase el dique que mantenía el agua del río en un embalse. A veces la indignación de la terapeuta desencadenaba también en el cliente una avalancha de indignación. […] El cambio radical tenía lugar gracias a la actitud comprometida y liberada de la terapeuta, que era capaz de mostrarle al «niño» que le estaba permitido mostrar disgusto ante el comportamiento de sus padres y que cualquier persona con sentimientos estaría también disgustada.[..] Alice Miller





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lunes, 21 de marzo de 2016

Todo lo que creemos tiende a llevarse a actos.

Aunque es incuestionable que un niño puede ser dañado por las humillaciones provenientes de amigos, maestros, hermanos y otros miembros de la familia, a quienes más vulnerables son los niños es a sus padres.. Después de todo, para un niño pequeño los padres constituyen el centro del universo. Y si esos padres que todo lo saben piensan mal de uno, su razón deben de tener. 
Si Mamá te está diciendo siempre que eres un estúpido, pues eres un estúpido. Y si Papá te repite continuamente que eres una inútil, eres una inútil. Un niño no tiene un punto de vista propio que le permita dudar de semejantes evaluaciones.
Cuando uno acepta estas opiniones negativas de aquellas otras personas y las asimila en su inconsciente, este. «Interiorizándolas». La interiorización de opiniones negativas -la conversión de «eres» en «soy»- se constituye en el cimiento de una autoestima menoscabada. Además de significar una lesión grave para nuestro sentimiento de ser personas competentes, valiosas y dignas de amor, los agravios verbales pueden crear en nosotros expectativas negativas referentes a cómo nos puede ir en el mundo, y expectativas así funcionan como profecías que se autorrealizan. SUSAN FORWARD





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jueves, 17 de marzo de 2016

Esa fuerza destructiva que brota

Si el psicoanálisis pudiera liberarse algún día del compromiso de aceptar la pulsión de muerte, podría contribuir en gran medida a la investigación sobre la paz mundial gracias al material existente acerca de los condicionamientos de la primera infancia. Sin embargo, la mayoría de los psicoanalistas no muestran lamentablemente ningún interés por saber lo que los padres hicieron con sus hijos y dejan este problema en manos de los terapeutas familiares. Como éstos, a su vez, no trabajan con la trasferencia [de los sentimientos reprimidos] y se concentran sobre todo en los posibles cambios de interacción entre los miembros de la familia, raras veces logran acceder a lo que ocurrió en la primera infancia, como es posible hacerlo en un análisis profundo. Alice Miller



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viernes, 11 de marzo de 2016

jueves, 10 de marzo de 2016

Cantidad y calidad de amor

Hoy en día esta de moda decir: "No importa que tan poco tiempo les dedique mientras sea de calidad" . Claro que la calidad es importante pero el tiempo también, y mucho. Si usted convive con su hijo solo unos minutos antes de ir a la cama, difícilmente podrán ser "de calidad".
Una niña de seis años relata que pasa las tardes jugando con sus amigos en el patio del edificio, pero si sabe que su mama está en casa se siente muy contenta. Cuando sabe que no está no puede divertirse.
Esto se llama estar disponible. Esta madre no anda detrás de su hija tratando de compartir tiempo "de calidad", simplemente está a la mano y esto parece ser muy importante para la niña.
Ella sabe que en cualquier momento puede subir y su madre estará ahí para atender cualquier raspón o problema que se le presente. Dr LAMMOGLIA




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miércoles, 9 de marzo de 2016

El efecto “bola de nieve” de la angustia. (Los problemas acumulados, asuntos inconclusos, atraen problemas, y más problemas...)

El comportamiento angustioso es en sí bastante malo. Sin embargo, no constituye el daño final. La “maquinaria pensante” vuelve a no funcionar. Otra vez la información es suplida por los canales sensoriales a una inteligencia que no está funcionando.
La información proveniente de esta nueva experiencia, aunque aún nueva, no podrá ser evaluada mientras los procesos racionales se encuentran interrumpidos. Esta información se almacena mal de mismo modo que la experiencia original de angustia.
El resultado es como si más desperdicios erráticos y no evaluados obstruyeran más sectores de nuestra “maquinaria pensante”. Se podría decir, que “hay más engranajes que se atoran” o que “la trampa adquiere más gatillos”, o que el disco de diez centímetros crece a quince.
El resultado neto es que cada experiencia restimulante (es decir, de algo que nos recuerde demasiado una experiencia de angustia) nos deja predispuestos a ser alterados más fácilmente,
más profundamente, y por períodos más prolongados.
El efecto es como una bola de nieve. Es como si estos patrones fueran superficies pegajosas que atrajeran y añadieran nuevas superficies pegajosas en progresión geométrica. HARVEY JACKINS




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