viernes, 30 de septiembre de 2016

Mostrarse tal como uno es:

Tiene doble significado: <<ser conforme con el ser>> y <<ser auténtico>>. <<Conforme con el ser>> se dice de alguien que se presenta tal como <en realidad> es, o sea, en su Ser esencial; <<auténtico>> se refiere a alguien que se muestra sin complejo, tal como es (es decir, tal como ha llegado a ser bajo la presión de las condiciones de la existencia), renunciando a presentarse de otro modo, o más de cómo él es. K.G. Durckheim



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jueves, 29 de septiembre de 2016

Una metáfora del ser humano moderno? Pura cabeza y el cuerpo enterrado en la sombra.




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Dificultades para establecer vínculos

Es especialmente difícil confiar en otras personas si se ha sufrido abusos repetidos o se ha sido abandonado o traicionado en la infancia. La desconfianza hace que sea muy dificultoso hacer amigos y ser capaz de distinguir entre las buenas y las malas intenciones de los demás. Algunas partes parecen no confiar en nadie, mientras que otras pueden ser tan vulnerables y estar tan necesitadas que no prestan atención a las pistas para determinar si se puede confiar en alguien o no. A algunas partes les gusta
estar cerca de otros o sienten una necesidad desesperada de estar en cercanía y de ser cuidadas, mientras que otras temen la proximidad o son misántropas. Algunas partes tienen miedo de entablar relaciones, mientras que otras lo tienen de ser rechazadas o criticadas. Este hecho sienta naturalmente las bases de los principales conflictos internos y relacionales.[..]
Las personas que padecen un trauma crónico pierden la confianza en que puedan suceder acontecimientos positivos y en que los demás puedan ser buenas personas de las que puedan fiarse. Se sienten desalentadas y suelen creer que el futuro será tan negativo como el pasado, o que no vivirán lo suficiente para lograr un buen futuro. Boon y Steele
(por esta razón el vínculo terapéutico de confianza-respeto-cariño, es esencial para la recuperación del sistema de empatía que regula los otros sistemas, límbico y tallo cerebral)


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miércoles, 28 de septiembre de 2016

Sentirnos invisibles

Entonces -dije a Glenn-, tú estabas bien siempre que no te vieran ni te oyeran. ¿Cómo te sentías siendo invisible?» Su expresión se volvió dolorosa al recordar:
Desde muy temprano, el mensaje que recibió Glenn fue que, para sus padres, su existencia era más bien una molestia que una bendición. Su invisibilidad emocional se vio reforzada por el hecho de que era lo que con más seguridad lo protegía de los frecuentes actos de violencia del padre. He aquí uno de sus recuerdos: cada vez que yo hablaba, mi padre me humillaba. Si me atrevía a levantarle la voz, me pegaba. No me llevó mucho tiempo aprender a no irritarlo. Si llegaba a oponerme a mi madre, ella empezaba a lloriquear como un bebé, y después él se enfurecía y le pegaba a alguien con el cinto. Entonces yo me sentía doblemente mal por el lío que había causado. Así aprendí a pasar todo el tiempo posible fuera de casa. SUSAN FORWARD


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martes, 27 de septiembre de 2016

Los muertos vivos...

Rabia/contraataque es una de las consecuencias de la inmovilidad repetitiva inducida por el miedo; la otra es la muerte. La muerte puede ocurrir, por ejemplo, cuando el gato insiste en volver a capturar el ratón (se imaginan lo que ocurre en el cerebro de un niño repetidas veces traumatizado por sus figuras de apego???), repitiendo el ciclo muchas veces. El gato sacude a su presa hasta que el ratón pasa finalmente a la inmovilidad tan profundamente que muere, a pesar de no estar lastimado. Si bien sólo pocos humanos mueren realmente por miedo, los individuos crónicamente traumatizados pasan por los movimientos de vivir sin sentirse realmente vitales ni conectados con la vida. Ese tipo de individuos están vacíos hasta la esencia de su ser. "Camino" dijo una sobreviviente de una violación por una pandilla, "pero ya no soy la misma...estoy vacía y fría...también podría estar muerta,", me dijo en una primera sesión.
La inmovilidad crónica causa la esencia de los síntomas emocionales del trauma: entumecimiento, desconexión, sensación de estar atrapado, impotencia, depresión, miedo, terror, rabia y desesperanza. La persona sigue temerosa, incapaz de imaginarse a salvo de un enemigo (interno) que nunca se acaba e incapaz de volverse a conectar con la vida. Los sobrevivientes de traumas severos y prolongados (crónicos) describen sus vidas como la de una persona "muerta en vida" Peter Levine

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lunes, 26 de septiembre de 2016

La culpa

»El sentimiento de culpa nos protege de la dolorosa verdad de que el destino nos dio una madre (o padre) que era incapaz de amar. Esto es más doloroso que pensar, bueno, era una buena madre, el problema es que yo era malo. Porque siempre podemos hacer algo al respecto. Podemos esforzarnos en conseguir ese amor. Pero el amor no se gana con méritos, y los sentimientos de culpa por lo que hemos o no hemos hecho, sólo continúan cegándonos y provocándonos nuevas enfermedades.
»Si viaja en avión, necesita ponerse el cinturón de seguridad. Sin embargo, una vez abandona el avión, ya no lo necesita y, por lo tanto, no lo utilizará. Pero la mayoría de las personas conservan puesto en la tierra lo que salvaría sus vidas sólo en el aire. Conservan de adultos la negación que les salvó su vida cuando eran niños. Y lo que entonces era necesario, impide hoy que puedan vivir su vida. Alice Miller



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viernes, 23 de septiembre de 2016

Libertad

Por el hecho de que su mapa sea permanentemente puesto en tela de juicio, las personas abiertas se desarrollan continuamente. En virtud de su apertura pueden establecer y mantener relaciones íntimas con mayor eficacia que las personas cerradas. Como nunca dicen falsedades pueden sentirse seguras y orgullosas sabiendo que en nada han contribuido a la confusión del mundo sino que, por el contrario, han servido como fuentes de iluminación y clarificación. Por último, son totalmente libres, no se ven agobiadas por la necesidad de ocultar nada, no tienen que escabullirse entre las sombras. No tienen
que inventar nuevas mentiras para esconder las viejas. No necesitan malgastar esfuerzos para borrar rastros o conservar disfraces. Y en ultima instancia comprueban que la energía que exige la autodisciplina de la sinceridad es mucho menor que la energía necesaria para mantener las cosas en secreto. Cuanto más sincero es uno, más fácil resulta continuar siendo sincero, de la misma manera que cuanto más miente uno, más necesario es seguir mintiendo. En virtud de su franqueza, la gente
dedicada a la verdad vive a la luz del día y, al ejercitar el valor de vivir al descubierto, se ve libre de todo temor. M. Scott Peck



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Partes avergonzadas.

La vergüenza es una emoción esencial que mantiene la disociación. Algunas partes de la personalidad son especialmente evitadas y denostadas, porque retienen experiencias, sentimientos o conductas que usted, o partes de usted, han etiquetado como vergonzosas o repugnantes. Tendrá que ser especialmente empático y acogedor con esas partes suyas.
todas las partes necesitan aprender a aceptar y cooperar
entre sí. A fin y al cabo, para adaptarnos y funcionar plenamente, debemos aprender a aceptarnos y aceptar todos los aspectos de nosotros. Solo reconociendo y aceptando,somos capaces de efectuar cambios positivos en nosotros mismos.
Sin embargo, somos conscientes de que conseguir conocerse y trabajar de un modo más cooperativo internamente puede ser un largo y dificultoso proceso. No puede esperar de sí mismo funcionar inmediatamente de un modo diferente, cuando las partes de usted han pasado toda la vida evitándose entre sí o peleando. Recuerde que,necesitará mucha paciencia y autoaceptación en este trabajo e ir a su propio ritmo.
Recuerde ser empático y aceptarse como una persona completa.
Las personas que sufrieron un trauma en su infancia suelen ser aquejadas por la culpabilidad, la vergüenza y sentimientos negativos sobre sí mismas, como la creencia de que no pueden ser 
apreciadas, queridas, de que son estúpidas, ineptas, sucias, sin valor, perezosas, etc. Boon y Steele


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jueves, 22 de septiembre de 2016

Proceso gradual de Integración

Uno puede permanecer dividido, no integrado , múltiple internamente hasta una edad avanzada y , sin embargo, ser considerado como alguien que ha vivido una vida social y colectivamente exitosa aunque superficial. Una unidad interior profunda a nivel consciente es efectivamente un logro fuera de lo común aunque sea algo fomentado sin duda por un poderoso impulso innato: Jung habla de una pulsión de individuación, no como un imperativo biológico primario sino más bien como un imperativo psicológico. S Murray



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miércoles, 21 de septiembre de 2016

Patrones crónicos

Muchos nuevos descubrimientos ocurrieron durante el desarrollo de nuestras maneras de trabajar contra los patrones crónicos. Fue un momento decisivo comprender que el patrón crónico no era solamente “pesado” sino que también estaba funcionando todo el
tiempo, en constante restimulación por las condiciones de la vida cotidiana. Otro paso fue poder comprender que el patrón crónico se podía recargar a sí mismo y recuperar su terrible efectividad dominando a la persona entre las sesiones tanto o casi tanto como podía ser debilitado o disuelto por el desahogo durante sesiones. Esto puso en claro que para eliminar un patrón crónico se requiere mantener entre sesiones una dirección contra este patrón y así quitarle el alimento de la restimulación que, de otro modo, lo mantendría funcionando. Harvey Jackins


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martes, 20 de septiembre de 2016

Hago, Por Tanto Soy.


Un tope enfrentado por muchos individuos producto de familias
narcisistas es su abrumadora necesidad de validación externa.
A menudo estos individuos son capaces de compensar esta necesidad al involucrarse en situaciones que les redituarán validación. Por ejemplo, un periodista verá sus palabras impresas, los profesores de jardín de niños recibirán abrazos y besos por su trabajo, un sacerdote o pastor tendrá una audiencia cada Domingo por la mañana, los profesores universitarios tendrán la adulación y admiración de sus alumnos, y los terapeutas y médicos verán cómo sus palabras son tratadas como si fueran la Biblia y obedientemente se llevarán a cabo por sus pacientes.
Si la competencia es la única manera que el individuo conoce para probar a otros y a si mismo su valía, entonces debe, por definición, llevar a cabo tareas. Por tanto siempre debe haber más cursos qué
tomar, más grados académicos qué obtener, más trabajos dónde servir de voluntario, más equipos de Ligas Pequeñas qué entrenar, más galletas qué cocinar, más clientes qué firmar, más almas qué salvar, y mas y mas. Las raíces de esta adicción al trabajo se encuentran en los hogares narcisistas; "Hago, por tanto soy" podría ser el eslogan de muchos adultos niños de estos hogares.
Obviamente, esta necesidad de validación externa como una compensación a la baja autoestima puede causar problemas en el trabajo. La arena donde más comúnmente es un problema, sin embargo, es en la de las relaciones interpersonales. Pocos de nosotros desposamos animadoras (cheerleaders), y aún la esposa de un sobreviviente a menudo siente que ese es el rol que se espera de ella. El sobreviviente tiene gran dificultad en toda situación donde no tiene una total aprobación y apoyo. Esto puede ser una onerosa carga para la esposa, pareja o hijo del individuo, ya que rara vez aprobamos la totalidad de sus acciones, palabras e ideas. Esto es doblemente complejo, ya que la persona tal vez tenga problemas para discriminar entre la crítica (falta de aprobación) a sus acciones y la crítica a su persona. El corolario "Hago, por tanto Soy" es "Desapruebas lo que hago, desapruebas a mi persona".S Donaldson-Pressman, R M. Pressman


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lunes, 19 de septiembre de 2016

Rebeldía reactiva

La conducta rebelde, expresada como negativismo, pataletas, mal talante y confrontación con el adulto, es la expresión visible —la punta del iceberg— de un quiebre pasajero del equilibrio emocional de un niño o un adolescente. Este desequilibrio emocional suele ser provocado por la irrupción de emociones negativas —miedo. rabia— que invaden al niño y se exteriorizan, es decir, se transforman en conductas, cuando no son adecuadamente neutralizadas mediante la reflexión, el autocontrol. el confortamiento afectivo, etc. Cuando las causas que provocan este quiebre de la armonía emocional son permanentes, ineludibles, implacables v crónicas, las emociones negativas ceden paso a sentimientos negativos —ira, encono, odio, frustración, desprecio— duraderos en el tiempo. Se expresan en comportamientos permanentes, estilos conductuales que hemos denominado rebeldía reactiva v son clasificados como trastornos de conducta. Céspedes Amanda



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viernes, 16 de septiembre de 2016

Escuchar con atención

Hazte de tiempo para ESCUCHAR A LOS NIÑOS (aunque nadie te haya escuchado a tí cuando eras niño)  se sentirán valiosas, pensarán bien y encontrarán buenas soluciones a sus problemas. Marjon Riekerk






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jueves, 15 de septiembre de 2016

No hay por qué perdonar

(no obligados por la religión, moral , sociedad)( compasión es un término más apropiado surge naturalmente luego de un proceso de enfrentar la verdad)
Llegado a este punto, es probable que usted se esté preguntando si el primer paso no consiste en perdonar a sus padres. Mi respuesta es no, y es probable que escandalice, encolerice, desanime o confunda a muchos de mis lectores. A casi todos nosotros nos han inducido a creer exactamente lo contrario: que para sanar, el primer paso es perdonar.
¡La verdad es que no hace falta que usted perdone a sus padres para sentirse mejor consigo mismo y poder cambiar su vida!
Ciertamente, me doy cuenta de que esto es un desafío frontal a algunos de nuestros principios religiosos, espirituales, filosóficos y psicológicos más caros. De acuerdo con la ética judeocristiana, «errar es humano, perdonar es divino». Yo también se perfectamente que hay muchos expertos, en las diversas profesiones dedicadas a ayudar al prójimo, que creen sinceramente que el perdón no sólo es el primer paso, sino con frecuencia el único necesario para alcanzar la paz interior. Yo estoy en el más total desacuerdo.
Necesité considerar larga y tenazmente el concepto de perdón para empezar a preguntarme si no sería posible que en realidad impidiera el progreso en lugar de favorecerlo.
Así llegué a darme cuenta de que en el perdón hay dos facetas: renunciar a la necesidad de venganza, y absolver de responsabilidad a la parte culpable. A mí no me costaba mucho aceptar la idea de que la gente tiene que renunciar a la necesidad de desquitarse. La venganza es una motivación muy normal, pero negativa. Lo atasca a uno en fantasías obsesivas sobre cómo devolver satisfactoriamente el golpe; crea una cantidad enorme de frustración y de infelicidad, y va en contra de nuestro bienestar emocional. Por más dulce que pueda saber momentáneamente la venganza, sigue removiendo el caos emocional entre la víctima y sus padres, haciendo perder un tiempo y unas energías preciosos. Renunciar a la necesidad de venganza resulta difícil, pero evidentemente es un paso saludable.
Pero lo que no veía tan claro era la otra faceta del perdón. Tenía la sensación de que había algún error en aquello de absolver a alguien sin ningún cuestionamiento de su responsabilidad, y especialmente a quien había maltratado gravemente a un niño inocente. ¿En nombre de qué o de quién en el mundo debe alguien «perdonar» a un padre que lo aterrorizaba y lo golpeaba, convirtiendo así su niñez en un infierno? ¿Cómo se espera que alguien pueda «pasar por alto» el hecho de que al regresar a casa se encontraba con todo a oscuras y tenía que ocuparse, casi día tras día, de una madre borracha? Y realmente, ¿tiene una mujer que «perdonar» a un padre que la violaba cuando ella tenía siete años?
Cuanto más lo pensaba, más cuenta me daba de que esta absolución era, en realidad, una forma más de negación: «Si yo te perdono, los dos podremos fingir que nada de lo que sucedió era tan terrible». Así llegué a darme cuenta de que este aspecto del perdón impedía que muchas personas pudieran llevar adelante su vida. SUSAN FORWARD
Podemos sentir compasión por las personas y entender muchas cosas, y al mismo tiempo cuestionar e indignarnos por las conductas brutales e injusticia. No tienen por que ser excluyentes ambos sentimientos.


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